lunes, 11 de junio de 2012

La prehistoria

   
Los hombres de la prehistoria fueron polígamos durante la mayor parte del Paleolítico. La monogamia se remonta a hace ‘solo’ unos 20.000 años.
Las condiciones de vida empeoraron. La caza fue más escasa y los inviernos eran periodos de hambre. Pese a ello, los homínidos se adaptaron a las circunstancias. Más aún, en plena glaciación, hace 2 millones de años, surgió una nueva especie del género Homo: el Homo erectus. Con él da comienzo la Era Cuaternaria, cuyo primer periodo se conoce como Pleistoceno.
La glaciación duró cerca de un millón de años, es decir, hasta hace 1.5 millones de años, pero la Era Cuaternaria reservaba cuatro glaciaciones más, separadas por breves periodos interglaciares.
 La primera glaciación de la Era Cuaternaria se inició hace algo más de 1 millón de años y fue más intensa que la anterior. La competencia entre las distintas especies de homínidos terminó con la extinción de los Australopithecus hace 1 millón de años y la del Homo habilis hace 800.000 años. El Homo erectus sobrevivió, entre otras cosas, porque aprendió a valerse del fuego. La glaciación terminó hace unos 700.000 años y no debió de pasar mucho tiempo hasta que el Homo erectus aprendió a controlar el fuego.

Galileo Galilei

Galileo y el telescopio: la nueva astronomíaEl físico y astrónomo italiano Galileo Galilei (1564-1642) sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol, lo que contradecía la creencia de que la Tierra era el centro del Universo. Se negó a obedecer las órdenes de la Iglesia católica para que dejara de exponer sus teorías, y fue condenado a reclusión perpetua. Junto con Kepler, comenzó la revolución científica que culminó con la obra de Isaac Newton. Su principal contribución a la astronomía fue el uso del telescopio para la observación y descubrimiento de las manchas solares, valles y montañas lunares, los cuatro satélites mayores de Júpiter y las fases de Venus. En el campo de la física descubrió las leyes que rigen la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles. En la historia de la cultura, Galileo se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la autoridad y de la libertad en la investigación.

Nació cerca de Pisa el 15 de febrero de 1564. Estudió con los monjes en Vallombroso y en 1581 ingresó en la Universidad de Pisa para estudiar medicina. Al poco tiempo cambió sus estudios por la filosofía y las matemáticas, abandonando la universidad en 1585 sin haber llegado a obtener el título. En 1589 trabajó como profesor de matemáticas en Pisa, donde se dice que demostró ante sus alumnos el error de Aristóteles, que afirmaba que la velocidad de caída de los cuerpos era proporcional a su peso, dejando caer desde la torre inclinada de esta ciudad dos objetos de pesos diferentes.

Otros importantes descubrimientos de Galileo en aquellos años son las leyes péndulo (sobre el cual habría comenzado a pensar, según la conocida anécdota, observando una lámpara que oscilaba en la catedral de Pisa) y las leyes del movimiento acelerado, que estableció después de trasladarse a enseñar en la Universidad de Padua en 1592. En Padua, sin embargo, y después en Florencia, Galileo se ocupa sobre todo en astronomía y lo hará intensamente hasta 1633.

En 1609 oyó decir que en los Países Bajos habían inventado un telescopio. En diciembre de 1609 Galileo había construido un telescopio de veinte aumentos, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna. También observó que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter. En marzo de 1610 publicó estos descubrimientos en El mensajero de los astros. Su fama le valió el ser nombrado matemático de la corte de Florencia, donde quedó libre de sus responsabilidades académicas y pudo dedicarse a investigar y escribir. En diciembre de 1610 pudo observar las fases de Venus, que contradecían la astronomía de Tolomeo y confirmaban su aceptación de las teorías de Copérnico.

A principios de 1616, los libros de Copérnico fueron censurados por un edicto, y el cardenal jesuita Roberto Belarmino dio instrucciones a Galileo para que no defendiera la teoría de que la Tierra se movía. Galileo guardó silencio sobre el tema durante algunos años y se dedicó a investigar un método para determinar la latitud y longitud en el mar basándose en sus predicciones sobre las posiciones de los satélites de Júpiter.